Personajes · Vidas robadas

El drama de los falsos hijos. El caso de Vicente Martínez, marzo de 1972

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Partida de nacimiento de Vicente Martínez, inscrito falsamente como hijo biológico de un matrimonio de Valencia. Si esto no es un delito…
De entre las historias más espeluznantes que me habéis contado destaco las de los falsos hijos biológicos. Cuando descubrís que no habéis salido de las entrañas de la que creíais  vuestra madre, el mundo se rompe, las preguntas os acosan detrás del álbum familiar y de cada recuerdo de vuestro hogar. No me refiero a las personas adoptadas que buscan sus orígenes, sino a las personas que durante buena parte de su vida creyeron que sus padres lo eran en el sentido biológico de la palabra. Uno de los delitos más deleznables que sigue sin tener castigo en este país. 
Quiero recordar en este blog sobre Niños Robados el caso de Vicente Martínez, el primer valenciano que denunció la falsedad documental en su partida de nacimiento con el objetivo de que la Justicia encontrara a sus padres verdaderos. Repasemos el camino que ha recorrido Vicente.
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Vicente Martínez en un retrato proporcionado por él mismo.

Se presenta de esta manera: «Soy hijo falso, inscrito como hijo biológico, no figuro como adoptado. La fecha que consta en mi partida de nacimiento falsificada es el 14 de marzo de 1972; y el lugar, la Clínica La Salud de Valencia».

Arranca Vicente su historia en el punto en el que la relación con sus progenitores se torció. «Mi relación con mis padres siempre fue buena, hasta que cumplí los 28 años y conocí a mi novia, que hoy es mi esposa. A partir de ahí, surgieron los celos y las malas caras por parte de mis padres«Poco a poco el distanciamiento fue a más. «Cuando nació mi primer hijo, en el 2008, mis padres estaban ya insoportables. De hecho, poco después mi mujer ya apenas tenía relación con mis padres. Yo no aguantaba más esa falta de respeto y esos comentarios fuera de tono».
A principios de 2010, Vicente Martínez comenzó a sospechar que podía ser un hijo adoptado. 
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Vicente Martínez, de niño; de su álbum familiar
«Recuerdo que mi mujer me decía que no era normal aquel distanciamiento, el poco diálogo, la frialdad;  no cuadraba nada, siendo además yo hijo  único. Mis padres no me llamaban, no prestaban atención a mi vida ni a su nieto», continúa Vicente exponiendo los antecedentes de su caso. «Hacíamos comentarios sobre que podía ser adoptado, pero yo me reía. Aunque a punto estuve de coger unas muestras de pelo de mis padres y llevarlos a analizar para salir de dudas. Pero económicamente no me lo podía permitir, así que el tema se quedó ahí».
Fue a raíz de un programa de TV cuando a Vicente Martínez la posibilidad de ser un niño robado le fue cuadrando. Finalizaba 2010.
«Empecé a investigar, pedí documentación sobre mi nacimiento a ayuntamientos, cementerios, iglesia, hospitales… Todo lo que iba consiguiendo eran documentos legales, en los que constaba que yo era hijo biológico de mis padres».
Vicente reunía todos los indicios para ser en realidad un falso hijo biológico:
«Hijo único, no me parezco fisicamente a mis padres, nos llevamos más de 40 años de diferencia, no había fotos de mi madre embarazada…». 
«No aguantaba más esa duda y se lo pregunté directamente a mis padres. Al principio me dijeron que no, me lo negaron, pero a los pocos días me llamaron, querían hablar conmigo. Acabaron confesándomelo todo».
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Vicente Martínez, de niño, de su álbum familiar

«Fui comprado, no sé si robado, pero había un cura amigo de la familia y una monja de por medio. También un médico», cuenta este valenciano.

Para él, podéis imaginároslo, fue un mazazo, y las preguntas que muchos conocéis de sobra –¿de dónde vengo, tendré hermanos, dónde y cuándo nací realmente?– se agolparon en su mente. Pero no lograron bloquearle. Vicente contacto con Antonio Barroso, de la asociación Anadir.  «Días después 10 días ya estaba saliendo en los medios de comunicación. La noticia corrió como la pólvora. Mis padres se enfadaron mucho porque yo buscaba mis raíces. La relación con ellos se rompió». 
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Vicente Martínez, en un retrato proporcionado por él mismo
Antes de romper definitivamente con sus padres, estos le contaron que pagaron por él entre 100.000 y 150.000 pesetas, en el año 1972; también que acudieron de noche, «llamados por el médico, y me recogieron desnudo, envuelto en sábanas. Pero no me quisieron desvelar si fue en el hospital o en una casa«.
Un año después, la madre falsa de Vicente falleció. Una oportunidad para conocer su origen se cerraba para siempre. «Me enteré tres días después de su muerte, y al ir a mi casa, descubrí que habían cambiado la cerradura. Días después, comprobé que me anularon de las cuentas del banco y me desheredaron», clama este hombre.
Vicente Martínez denunció su caso. «Por orden de un juez, mi abogado solicitó  el libro de registros de las madres que dieron a luz en mi fecha y el hospital, Casa Cuna de la Salud, contestó que no guardan documentación de antes del año 1978″.
Afortunadamente Vicente pudo reconciliarse con su falso padre, que falleció hace dos años y quien no pudo –o no quiso- aportar más información sobre el origen del niño que crió junto a su esposa. «La denuncia se archivó –concluye Vicente–, ya que los presuntos implicados han fallecido y el hospital no tiene documentación«.
Punto y final. Delito impune. ¿A esto llama nuestro sistema judicial una investigación?
Ana María Pascual
Noviembre 1017

4 respuestas a “El drama de los falsos hijos. El caso de Vicente Martínez, marzo de 1972

  1. Hola compañero,mi caso es parecido al tuyo,pero en Argentina.Lo de las fotos de embarazo es relativo.Aquí se las ingeniaron bien y tengo fotos de mi madre de crianza con panza y hasta de su «internación de parto».Todo ficción.Mucha suerte.

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  2. Mi caso es muy similar pero si cabe aún más duro.

    Hace 6 meses a mis 46 años casado h con dos hijos me entero igual que vosotros que soy un niño robado.

    Pero digo más duro (si cabe) porque fue fruto de la casualidad.

    La relación con mis padres siempre fue como la que contáis, fría, distante, dura…tanto conmigo como con mi novia luego mujer e hijos. Y todo ello siendo hijo único.

    Mi madre con Alzheimer, y junto a mi padre con invalidez, tuvieron que ingresar en una residencia hace seis meses.

    Tocaba limpiar y ordenar su casa, y cual fue mi sorpresa cuando encontré varias carpetas con mi nombre y apellidos. A partir de ahí un caos…no me lo podía creer, en muchos papeles de la policia y de la iglesia hablaba de plena adopción.

    Ese día quedé en estado de shock y al día siguiente me dirigí con mi mujer a hablar con mi padre, le deje la documentación y cuál fue mi sorpresa cuando empezó a decirme cosas muy duras “tú Madre nunca te quiso, ni te miro, era muy joven y no te quería, eras un problema para ella…”, “te lo hemos dado todo, no te ha faltado nada…(material que no afectivo)…”.

    Empecé entonces mi investigación y cual fue mi sorpresa que todo era mentira. Mi vida entera, no nací donde me dijeron, mi partida era falsa pues figuro como biológico cuando no lo soy, y todas las personas implicadas (aparezco como abandonado según el Código Civil), eran gente muy poderosa Mercedes de Grass, doctor Aranguren, un juez. En fin ellos se lo guisaban y ellos se lo comían. Todo era “legal”.

    A la fecha (enero de 2018), no he conseguido nada, según la diputación de Vizcaya, al nacer en una clínica privada (que formaba parte de la organización), no hay nada registrado.

    Sigo contando con la ayuda de mi AMIGA María Bueno de la Asociación Alumbra, y no cejo en mi empeño por encontrar a mi MADRE y quien sabe a mis hermanos?.

    Un fuerte abrazo a tod@s y os deseo lo mejor en este 2018.

    Jose Ignacio Díaz

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